jueves, 24 de diciembre de 2015

sombras en la memoria

A veces la luz se atenúa en la memoria sin motivo aparente,
se rinde al olvido somnolienta y perezosa,
un café frio, una página extraviada
o una certeza
que buscas desesperado entre los versos
siguiendo con tus dedos las palabras a traves
de callejones extraños... sopla la brisa de la tarde
y no consigo recordarte
mas alla de una idea preconcebida y una imagen.
Me agota el deseo de encontrar tu esencia,
o al menos una sensación que evoque lo importante que eras,
todo lo que signifacabas para mi.
Perdido entre las hojas muertas del otoño,
atravieso el funeral de tu recuerdo
que parecía indispensable para respirar,
 y no queda nada tuyo...
Sopla la brisa de la tarde y no recuerdo
por que avanzan mis pasos por este
bosque de familiar melancolía.
Aunque la soledad alienta el placer introspectivo
de buscar entre los cadaveres del pasado
un superviviente que le de sentido a todo,
algo vivo, que se imponga
al latido derrotado del tiempo y la memoria.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Nuevo poema 01

El juguete roto

Con los ojos grises, zafios y perdidos
deambulaban por la normalidad,
con las piernas tuertas y la columna vertebral
zigzagueando hasta la crueldad más absoluta,
se desplazaban rodando por el día
ajeno a las tribulaciones  de sus huesos.
Como un freak show de mediodía
a plena luz
 celebraban sus circunstancias en la feria popular.
Solos, por separado, no destacan,
son puntos en el horizonte donde todos perdemos la humanidad.
Pero en grupo conforman una maquinaria defectuosa
que imprime su errático movimiento
a la conciencia sumisa de la comunidad.
La gente los miraba,
como quien mira un juguete roto
que se mueve solo a medias,
que renquea en cada paso que avanza
apunto de agotar sus baterías.
Los contemplaban con ojos curiosos
esperando que su tara les delatase
y asegurarse de este modo su condición de normalidad
Observando, en el reflejo deforme
de un espejo cóncavo y convexo a un tiempo
desprendido del perfil de una incomoda sonrisa.
Yo los miraba en sus quehaceres sociales
admirando la habilidad que da la desvergüenza,
el desparpajo que se alza vencedor sobre la opresión de la belleza,
donde lo hermoso se quiebra y cede su forma a la humanidad.
Sin darme cuenta
me adentre en la cueva solitaria de de la melancolía,
con su oscuridad y sus profundidades grisáceas.
Rotos, estaban rotos… como yo mismo
Yo también estoy roto,
aunque no se note a plena vista,
la cabeza rota, rota la conciencia,
rota el alma, roto el corazón.
roto por dentro, hasta mis entrañas confusas
están rotas.
 Todo lo han hecho mal mis dedos tuertos
y desencajados.
Mis engranajes me han traicionado
a través de mi historia.
Cabizbajo y hundido,
desde la sombra de un ciprés
me fui hacia casa cojeando,
aunque no se me notaba
y arrastrándome,
 aunque no  se me veía,
hasta ese agujero silencioso y oscuro
donde nadie puede verme.
donde las voces corean consoladoras
“Todos estamos locos y perdidos
y somos juguetes rotos también”